VAN A VESTIR A LA NOVIA
En la salita donde
estaban las dos parejas entró Flor de Loto, después de tocar en la puerta y se
encuentra a las dos enamorados y dice, creo que voy a tener que interrumpir los
idilios, porque a la novia me la tengo que llevar para vestirla, que soy la
encargada de que vaya elegante, porque guapa ya lo es.- Así que Junior, siento tener que separarte de
tan grata compañía para vestirla, que de desvestirla te encargarás tú cuando
salgamos de los protocolos del casamiento.- La habitación está preparada y la llave te la
entrego cuando vengáis al Hotel siendo ya marido y mujer.- Órdenes del señor jefe de la Guardia Nacional,
que siente perder esta joya.-
Marr, muy alterada siguió
a Flor, y desde la salida volvió la cabeza, miró a su ‘’niñito’’, le guiño un
ojo y le tiró un beso.- El ‘’niñito’’ se había quedado con la boca abierta
escuchando y viendo últimamente desaparecer a su amada.- Pero recordó el guiño, y el beso de Marr al
salir y volvió a la realidad.- No había
tardado mucho tiempo en salir Marr, cuando entró Marci y le dice a Junior que
ha llegado la hora de vestirse para la boda.-
Salieron por la puesta y la pareja de Mario y Marlene le seguían.-
Pero que pasa, pregunta
Junior, que somos los encargados de vestir al novio, dice Mario.- Y te lo tenías tan calladito, y tú dices que
eres mi amigo?.- Es que aquí solo se
hace lo que te ordenan la familia y tú lo sabes.- Pero Marlene no vendrá también a vestirme.- Marlene espera en otra habitación para dar su
visto bueno cuando acabemos Marci y yo, por eso de que seis ojos ven más que
cuatro y porque el visto bueno de una mujer es muy importante, y en este caso
es muy especial.-
Cuando terminaron de
vestir al novio se lo presentaron a Marlene para que diera su opinión.- La chica dio varias vueltas a su alrededor
muy seria, mientras que Mario y Marci se miraban el uno al otro sin saber que
estaba pasando.- Por fin dice Marci,
bueno, di algo Marlene, y esta con una media sonrisa picaresca dice: Hablaré
con Marr y si no lo quiere me lo quedo, aunque me sigan creciendo los moratones
al bajar del coche.- Los dos hombres dieron
rienda suelta a la risa a la que Junior y Marlene se adhirieron y les sacó de
su alborozo la voz de Flor, que dijo, ¡nos vamos¡.
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