domingo, 15 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE

LOS ENFERMOS SE LEVANTAN

            El domingo nos levantamos el abuelo y yo.-  Me levanté e inducí al abuelo a levantarse, porque se lo iba a comer la cama.-  Nos sentamos en la puerta, y los vecinos se paraban con nosotros a preguntarnos por la mejoría.- A la hora de comer el abuelo estaba más animado.-  Pero por la noche no se atrevió a ir a la reunión en casa Píor.-  Padre y yo fuimos a escuchar los partes y por los los periódicos todos los que Pío traía de varios partidos.-  Antes de la guerra yo no había leído tantos periódicos.-  Solo alguno de vez en cuando.-  En el tiempo de la guerra me hice periodista
           Y la radio no la había escuchado nunca, era para mí una novedad nueva, a la que ya estaba habituado por las circunstancias de la guerra.-  Tampoco había leído tantos periódicos, es decir, tantas marcas, ni sabía que existían hasta que Pío comenzó a traer de todos.-  Cada día me alegraba más de saber leer lo suficientemente como para enterarme de lo que leía.-
           Recuerdo lo que decía Manolike, que él sabía leer, pero que no se enteraba de lo que decían los periódicos.-  Las palabras, las frases, los giros y las oraciones, todo era un lío que se le atragantaba y no lo digería bien.-  El Maestro decía que yo debí de nacer leyendo y mi abuelo se reía del dicho.-  El pobre estaba orgulloso de que yo le leyera los periódicos y le explicara las cosas que no entendía.-  Y es que desde que nací empecé a leer y escribir Ls Robles decía que el abuelo oía con mis oídos y leía con mis ojos, él se reía y se ponía coloradito.-  Tu nieto es todo para ti Marciano, se te conoce en la mirada, en la sonrisa, en todos tus movimientos.-  En realidad yo era su lazarillo, aunque no el de Tormes.-  Recuerdo que leí la novela y me pareció de una picaresca tremenda.-  Era la unión del truhan y el déspota.-  Recuerdo cuando les dieron uvas, mientras las comían se engañaban
            Cuando acabáronse las uvas dice el ciego:  Tú te has comido las uvas de tres en tres, y contesta el lazarillo: porque lo sospecha vuecencia?.-  Porque yo las comí de dos en dos y no dijiste nada.-  Una novela digna de leer, me dijo don Estekan cuando me la prestó, verás cómo te gusta.-  Claro que me gustó, y creo que cuando pasen algunos años la volveré a leer.- Su autor, desconocido, tuvo que ser un genio de la inspiración y el lenguaje.-  Se aprende mucho leyéndola.-  Se aprende leyendo de todo, porque el leguaje, su aplicación, la limpieza gramatical y pulcritud, es periodista.



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