lunes, 16 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE

POR FIN JUNTOS

          Por fin juntos, mi querida Marr, para toda la vida mi ‘’niñito’, pero necesito paladear esos besitos tan dulces que me decían cuando venías de camino que traías para mí.-  ¡Ah¡, se me olvidaba, y la cogió por el talle y se fundieron en un abrazo y un beso interminable, hasta que oyeron una voz que les decía, tener cuidado que la noche es larga.-  Entonces descansan un poco para mirar quienes les entorpecen sus dulces sueños.-  Allí estaba el ingenioso Mario y su hermosa Marlene, de pie en el saloncito, sonrientes y cogiditos de la mano.­ Junior les dice, os invito, pero tú besas a la tuya.-
          Marr-R, que asomó la cabeza después de tocar en la puerta, pidió permiso para entrar, y se quedó sorprendida de encontrar allí también a su sobrino.-  Pero qué haces tú aquí y no dejáis a los novios que tengan su soledad.-  Pero tita, si es que me dijo Marlene que quería aprender cómo se hace eso de estar a solas los dos juntos besándose sin miedo a ser sorprendidos o que se piense mal de ellos.-
           La tita no pudo aguantar la risa y se les contagió a todos.-  Pero cariño, de quien quieres aprender si eres algo parecido a un pulpo, que la pobre chica está siempre llena de moratones?.-  Mientras Mar-R decía esto y lo reprochaba, Marlene se alzó un poquito el vestido y dejó ver el moratón en la pierna, por encima de la rodilla.-  Mario se encogió de hombros y dice, tita se habrá dado al bajar del coche.-  Pero Marlene le dice a Mario, si quieres sigo subiendo el vestido.-  Señora Mar-R, su sobrino no es que parece un pulpo, es que es el único pulpo que entró en mi vida y así me tiene.-
          Es esto que entra Manu y Kioto diciendo que viene a traerles unos refrescos, obsequio de la casa y, Kioto muy astuta y profesional, se dio cuenta del maratoncito de Marlene y le dice:  Querida ten cuidado al bajar del coche, que eso le pasa a cualquiera, verdad, Mau.-  A mí me solía ocurrir antes con frecuencia, pero ya hace tiempo que he aprendido a bajar y Mau lo sabe y no se preocupa de mi.-  ¿¨Verdad cariño?.-  Oh. Sí, claro, ya no es como antes, porque el tiempo pasa.-  No te enrolles, cariño, nos vamos y dejamos solos a los niños que algo tienen que hacer.- 



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