HACIENDA DEL MORRÓN
El fin de semana fuimos
a ver a papá Marko, al Morrón.- El
abuelo tenía pelados dos gallos de campo y preparados para cuando
llegáramos.- Fuimos todos, menos los dos
abuelos, porque papá Marci estaba en la cama.-
En la Hacienda Cortikillos nos juntamos con el tío Bakilio y su trupe, que
venían de visita.- El abuelo Marko tenía
amistad con Almokóvar.
Significaba que le daba
trabajo todos los días y a sus hijos en edad de trabajar.- Estaban mal y en el pueblo no había trabajo
de momento, y para cuando hubiera el pueblo estaba lleno de hombres parados.- Llegamos
juntos a la Hacienda del Morrón.- Una
reunión familiar que no habíamos estado juntos desde tiempo.-
Pasamos un día muy
bueno, y yo procuraba no subirme más a los árboles, que sólo de pensarla me
dolía la espalda y la cervical.- Los
hombres se fueron al huerto a arreglarle al abuelo un poco de tierra para
hortaliza.- La mujeres se metieron en la
cocina para preparar el guiso de arroz.-
Éramos muchos, pero había colgados en la puerta, donde se colgaban los
cerdos cuando las matanzas, dos gallos hermosos que ya los estaban despedazando
en grandes trozos.-
Los chicos a jugar y
correr por los alrededores.- Las cabras
sueltas para que pactaran a su manera.-
Al cabo de un rato yo no me encontraba con ganas de jugar y me fui a
estudiar, que estaba muy atrasado con tanto trabajo.- El maestro me prestaba libros que me gustaba
su lectura, y entre la lectura y el estudio, y el poco tiempo de que disponía,
estaba atrasado siempre.- Yo no podía
pasar sin leer aquellas novelas que me prestaba don Esteban.- El maestro me decía que como las leía tan
pronto, y a mí me parecía siglos, porque quería otra.- Tocaron a comer y se reunió el batallón
familiar junto a una gran mesa muy larga que había en la Hacienda.- Nos reunimos quince, siete que venían de la
Fresnakilla
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