ÚLTIMOS BALUARTES ROJOS
Los últimos baluartes rojizos ya
en poder de los nacionales.- Los
periódicos y la radio coinciden en que el País ya es uno e indivisible.- Las republiquitas en que los rojos dividieron
el país han sido conquistadas por las tropas nacionales, legalmente.- El Estado tiene los fueros que les concedió
la débil República de Akaña, que ni si quiera tuvo el valor de saber lo que
firmaba, secuestrado por una manada de locos izquierdistas de la llamada utopía.-.-
La guerra que declaro el
presidente del gobierno popular en nombre de la República, el diecisiete de
julio de mil novecientos treinta, ha terminado con la victoria de los
nacionales y la derrota del rojerío.-
Las ‘’checas’’, las cárceles y todos los tugurios de herejías rojas han
sido descubiertos y puestos en libertad los españoles que estaban a punto de
ser asesinados (fusilados), por el simple hecho de no colaborar con el rojerío que
dom.inaba.-
Los cientos de miles de seres
humanos que murieron en la guerra, de ambos lados de la contienda, descansen en
paz.- Pero la paz tardará en hacerse
realidad en un país dividido eternamente y vencida por la fuerza de las
armas.- La pstguerra de un país
hambriento, desharrapado; la mitad humillado, lleno de mutilados y resentidos,
sin recursos para sobrevivir económicamente, no es nada halagüeña, aún teniendo
una mano dura para que no haya reversión.-
Parece ser que todos los
reunidos para escuchar las noticias coinciden en los mismos pronósticos de cara
al futuro del país.- Los tres años de
guerra necesitan al menos diez o doce para levantar España del desastre
económico en que lo han sumido.- Serenar los ánimos exaltados de los dos bandos
contendientes, no es tampoco tan fácil de capear.- Hasta en las mismas familias hay y habrá
intolerancia política, teniendo en cuenta que padres e hijos y hermanos
estuvieron en bandos distintos, bien de hecho o de pensamiento.-
En el pueblo han llegado
hermanos a sus casas que estuvieron luchando frente a frente, en ambos
bandos.- Y esos pactos familiares son
resentidos, de vez en cuando exaltados, saliendo a relucir, enturbiando las
relaciones familiares quizás más de lo que las deterioran las herencias.las cuales es sabido, en muchos casos
que acaban como el rosario de la Aurora.-
A Pankro lo va a estar odiando ahora
la mitad del país.- Dentro de diez años,
cuando la economía se levante y a la ciudadanía le llegue el pan de cada día, lo
estarán odiando un tercio de los ciudadanos.- Hasta su muerte estará el país unido, sin política
ni levantamientos demagógicos pregonando utopías; pero a su muerte resurgirán los
mismos de siempre y terminarán con la paz, los amigos, las familias, e incluso con la economía del país y con la unidad
del mismo.
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