LA
BRIGADA DE PANCHO VILLA
La
brigada de Pancho Villa se pasa a las
fuerzas nacionales.- Los acontecimientos
se pueden leer en el Liberal, treinta y siete, es decir un día antes de mis diez
cumpleaños.- Dice que ha abierto los
ojos y recapacitado.- Cuenta su vida en
la radio nacional.- Yo soy un comisario
de la Brigada internacional ciento tres de kokeko, aunque todo me conocéis por
el nombre de Pancho Villa.- Mis
antecedentes rojizos son bien conocidos y no los voy a ocultar.- Tomé parte en el levantamiento de kaka en el
treinta y más tarde en treinta y cuatro, puedo contar mi labor en huelgas
revolucionarias.- Como desertor de las
filas rojas me dirijo a vosotros, por si algunos quieren pensar y recapacitar.-
Yo he
recapacitado en todo aquello en lo que estábamos obcecados.- Solo se traslucía en robos, inhumanos
crímenes e inmundos desmanes, que no conducían más que en apoyar a los
políticos, que se estaban valiendo de nosotros y nos convertían en carne de
cañón.- Yo he sido uno der los más
redomados rojos, revolucionario incorregible, que ha estado en casi todos los
fregados macabros de envenenamientos sociales y macabros, robos, crímenes y
toda una gama de degeneración social.- Estábamos
obcecados, compañerosl, abrir los ojos, que nos manipulan los políticos
Más o menos lo escuchado en el parte de esta
noche, es lo que puede leer en el periódico.-
Así hablaba el comisario político Pancho Villa, que se pasa a las
fuerzas nacionales arrepentido de ser un
bastardo y diciendo que estaba obcecado, animando a sus colegas rojizos a que
recapaciten.-
Después
de todo esto, los comensales de la reunión en casa de Pío se deciden a comentar
lo acaecido.- Yo me fui con Mar y Silkestra
a jugar al patio, que me dolía la cabeza, La espalda y la cervical.- Y me llevaría a casa el periódico para ir
tomando mis notas de cara al futuro, en mi libro regalado por el maestro, que
ya llevaba mucho escrito,. Las chicas me
decían que ellas no entendían nada, ni por qué la guerra ni por qué se matan.- Yo les dike que me pasaba igual, no entendía
por qué los hombre se matan, por el solo hecho de mandar y robar. Hay que tener en cuenta que los mayores han
pasado por la Universidad de la Vida y que nosotros no hemos entrado por la
puerta todavía.- Pues tú si que estás en
medio de los universitarios, dice Mar mirándome.- Es mi suerte Mar.-
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