sábado, 28 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


AL COLEGIO

Después de tantos días  sin clases, por culpa del trabajo, por fin vuelvo a ir Al colegio otra vez, no se hasta cuando, porque depende de la ayuda a los trabajos del campo.-  De momento, padre se lleva el ganado y se va solo a trabajar, hasta que el abuelo esté en otras condiciones.-  A mejorado mucho en estos días de reposo y se está recuperando paulatinamente.-

  La abuela no se retira de él un momento.-  Don Eskeban que lo ha visto varias veces dice que son crisis pasajeras, pero de de mucho reposo.-  La pulmonía que cogió en la humedad de la cueva en el tajo de la Villa Vieja, y que no se pudo curar a tiempo, le ha afectado seriamente los bronquios, y será su muerte algún día afixiado.-

Yo regreso a las clases, y el maestro dice que me pongo pronto al día con los compañeros con los que estaba días atrás.-  En la escuela, todos los que estaban a un mismo nivel aproximadamente, ocupaban el mismo banco de asientos (pupistre), así los clasificaba el maestro.- 

 Los más adelantados del colegio ocupaban los bancos de primera fila, y la escritura la hacíamos por un dictado del profesor.-  Solo éramos una media docena, entra los que estaba el Músico, el mayor en años de la clase, otro hijo de Akastasio, nieto del Pokero, un chico que vivía con Pedro de la Kresneda, hijo de la mujer segunda, y un servidor que faltaba mucho a clase, por culpa del trabajo, pero que era el menor de edad.-

El profesor ponía para nosotros los adelantados de la clase, cuatro problemas en la pizarra, y sacaba a cada uno a que los resolviera.-  Si alguno fallaba y lo resolvía mal el suyo, echaba en suertes para que otro lo resolviera.-  Así nos hacía trabajar delante de todos.-  El que no resolvía bien pasaba la vergüenza en la clase, porque otro se lo tenía que resolver.-

Muy inteligente su actitud para hacer aprender al grupo primero de la clase.-  Antes de salir, dictaba otros problemas para que los lleváramos a casa, y los trajéramos al día siguiente.-  A mí las dos cosas que más me gustaban eran los dictados de escritura y las matemáticas.-  En los dictados siempre sacaba menos faltas de ortografía que los demás, se me daba bien.-  El maestro me decía que era por lo mucho que leía y le ponía atención a las palabras escritas en los libros.-

 Era verdad que me gustaba aprender ortografía y en los libros se aprende, poniendo cuidado en las palabras que lees de difícil ortografía, que es lo importante.-  El maestro me animaba prestándome libros.-  El Lazarillo de Tormes me lo lei varias veces y me gustaba, pues yo estaba también de lazarillo, pero distinto.

 

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