LA PETICIÓN DE LA NOVIA
DE JUNIOR
Llegó el día de la petición de Marr,
todo estaba preparado en el Hotel de España del Desierto Verde.- Flor de Loto repasaba los detalles por si
algo se había escapado a su intuición.-
La familia de la Ciudad Roja, que llegaron la noche antes, estaban
descansando y siendo bastante tarde llamó por el interior a Rosana.- Estoy levantada, contestó, y bajamos en unos
minutos.- Cuando todos estaban reunidos
en el salón del hotel se dieron cuenta de que faltaba Tyllo-Junior.- Manu, que estaba levantado temprano, les dijo
que no esperaran a Junior, que salió temprano a dar un paseo.-
Manu dice la verdad, dijo Junior
entrando por la puerta del comedor cogido de la mano de Marr, radiantes de
felicidad y a los pareceres bastante besuqueados por las señas que llevaba
Tyllo Junior de pintura.- Rosana que se dio cuenta llamó a su hijo para darle
un beso y le alagó un pañuelo y unas palabras,. El chico
que iba a limpiarse, le dice Marr: espera antes de limpiarte, y lo
abrazó y besó delante de todos con deseo de enamorada.
Ante la sorpresa de todos que se desbordaron en aplausos.- Pero la sorpresa fue mayor cuando vieron en
la entrada a los padres de Marr aplaudiendo también que estaban presenciando
los deseos de los dos jóvenes.- Los aplausos
se repitieron con los camareros y personal asistente en el Hotel.- Y Tyllo
Junior cogió a Marr por el talle y se fundieron de nuevo en el profundo beso
que están deseando delante de toda la familia.-
Marr, muy a su pesar, miró a sus
padres y a la mesa donde estaba reunida la familia, y se ruborizó tanto que
Junior le dijo al oído, ¿Lo repetimos?.- Lugar tendremos, pero ahora voy a
recibir a mis padres.- Dirás que vamos a
recibirlos.- Sí, disculpa, eso quería
decir.- Y salieron al paso de los
progenitores de Mar los dos enamorados y se fundieron en los saludos de rigor y
de las circunstancias.-
Los saludos se extendieron familiarmente,
cuya fiesta se celebraba en honor de la petición de mano, como rito popular en
aquel País y en las familias pudientes.-
Los chicos se desconectaron de los mayores y se perdieron por el
laberinto de corredores.- Niñito, dice
Marr, así como me besas a mí no habrás besado a otras.- Pero nena, si yo no he basado nunca a una
mejor nada más que en las mejillas.-
Para ser primerizo besas que te caes de espaldas.- Ya, que quienes te besaron te gustó menos?.- ¡Nadie besó mis labios, sólo tú.- ¡ Niñito,
no me hagas llorar¡.- Junior la abrazó.
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