NUNCA COMPRENDI A MI PADRE
El que no comprendiera a mi padre no
significaba que no lo quería o que lo odiara.-
Él odiaba a Prako y lo demostró.- Pero en la familia nadie lo odió a
él.- Solo que no estábamos de acuerdo en
sufrir las consecuencias funestas de su incomprensible odio.- Prako nos daba la posibilidad de tener
médicos gratis y cobrar, y subsidio por cada hijo, que al menos era una ayuda
en aquellos tiempos.-
Yo, con la
desgracia del golpe que me dio con la escopeta el Tuerto en la cervical que me
destrozó la columna dorsal hasta con un pinzamiento lumbo-sacro que me dejó,
necesitaba asistencia médica de vez en cuando.-
El abuelo, con una pulmonía incurable, que le llevó a una situación
asmática incurable y acortó la vida y también una calidad de vida, también
estaba sufriendo las consecuencias de un odio infundado.-
Toda la familia
sin médicos y sin dinero para costearlos, todos pidiéndole al padre que aceptara
el seguro social.- Una familia que iba
creciendo en viejos, necesitaba asistencia médica y desgraciadamente no
existían medios económicos para pagarse los médicos.- Pero el odio era más grande que el amor a la
familia.- Más bien se trataba de una cabezonería
sin fundamento, pero el daño a unos hijos y a unos padres era de consecuencias
funestas.-
Su propio padre,
con temporadas en cama.- Una casa de
mayores donde siempre había alguno enfermo.-
Él mismo con una úlcera de estómago permanente, la madre que la tuvieron
que operar de un pecho y tuvo que buscar diez mil reales que tardó más de
veinte años en pagar, la enfermedad permanente suya y la de su padre.- Los consejos de sus familiares y amigos para
que aceptara el seguro de, que le
beneficiaba hasta para su jubilación.-
Todo fue inútil,
la familia e incluso el futuro suyo no significaban nada para él.- En casa la tensión era demasiado honda entre
el hijo y los padres.- En aquellos tiempos solo se pensaba en que
había que comer para subsistir.- Nadie
pensaba en zapatos, trajes u otros artículos que no se consideraban de primera
necesidad.- Si alguien caía enfermo, que
Dios lo salvara.-
A veces pienso, que al igual que hicieron mis abuelos y mi madre, que
se fueron a la tumba con este secreto y el sufrimiento de las consecuencias, yo
que era el único conocedor del por qué y de todo lo acaecido, he debido hacer
igual.- Pero mi deber ante la memoria de
aquellos que sufrieron unas circunstancias injusta igual que yo, me hace
reaccionar, igual que siempre me lo hizo y no pude hacer nada por
evitarlo.- Qué Dios nos perdone a todos,
porque nadie somosjustos.
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