LA PLAZA SE LLENABA SIEMPRE
Algunos labradores del
arrendamiento del cortijo de los Huertos, traían habas verdes ya de sus hazas,
y ponían puestesillos en la plaza, con el fin de sacar algunas perras para la
compra.- Pero la cosa estaba mal, porque
para comprar hacía falta dinero, y en este pueblo de obreros sin trabajo, nadie
tiene un real.- Algo vendían los
labradores, aunque fuera poco y barato.-
Los puestos de venta los ponían en la puerta de Pío, que era el sitio
estratégico, porque la gente venían a la tienda, que era la única que existía bien
surtida en el pueblo.- Pero Pío no decía
nada porque él no vendía fruta y verduras.-
No le afectaban las ventas que le ponían en la puerta.-
Conocía a tanta gentes
de los que habían venido de la guerra y, a su vez, los encontraba tan raros y
misteriosos, tan serios y tan hoscos, que me daba la sensación de que solo eran
parecidos, pero no los mismos.- Yo me
paseaba por la plaza, que a veces se me unía mi amiga Mar Píor, le gustaba que
camináramos olisqueando por todas partes.-
Nos reíamos de cualquier cosa y, cosa extraña, la Robles nos veía desde
el mostrador y se reía.-
Éramos como un par de
diablillos que nos llevábamos muy bien y nos gustaba estar juntos, y hacer
alguna diablura de vez en cuando.- Mar
me iba preguntando, a medida que pasábamos al lado de alguno de los recién
venidos.- Tillo, tú conoces a todos los
que han venido?.- La verdad es que a
casi todos, pero solo de vista.- Pero, sabes?, me los encuentro muy
desconocidos algunos.- A mí me dan miedo
los de las barbas, me parecen aquellos tipos que iban con el Tuerto.-
Del casino de la Flurkencia
salieron tres Guardias Nacionales, un cabo y dos guardias.- Se armó un revuelo en la plaza, que algunos
empezaron a irse, tal vez a sus casas.-
Los que esperaban en la puerta de la comisaría no se movieron.- Mar me preguntó por qué se iban.- No lo se, Mar.-
Tillo, yo es que no
entiendo eso de zonas, ni de la guerra, pero si no han hecho nada no tienen por
qué correr de la Guardia Nacional.-
Nunca se está tranquilo cuando se ha estado metido en política.- Tillo, sabes lo que dice mi padre?.- Qué dice Mar?.- Que tú eres un niño muy maduro,
algo así como un niño hombre, dice mamá.-
No me hagas reír, Mar.- Soy un chico desgraciado que me pilló la guerra
y que hago de todo, menos de niño.
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