domingo, 15 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DED LA GUERRA EN MARTE

CUARTEL DE LA GUARDIA NACIONAL

Las Fuenkes, a pesar de pertenecer al municipio principal, no pertenecían a los efectos de la Dirección General de la Guardia Nacional.-  La Guardia Nacional de Zakra enviaba  las citaciones y había que presentarse a ese pueblo.-  A Zakra había que ir andando o en caballería, no existía carretera.-  De todas formas, aunque hubiera existido, no había en aquella época vehículos en el pueblo.-
           A Manokiche lo había llamado la guardia civil de Zakra para que reconociera a varios detenidos de las Fuenkes, prisioneros de los frentes.-  Aquella noche en la reunión le preguntaron.-  Manokiche dice que lo pusieron en un verdadero aprieto la Guardia Nacional, después de preguntarle si conocía a aquellos hombres, tuvo que decir que sí.-  Y el comandante del Puesto le pregunta si reconoce en alguno a los que saquearon su casa y se llevaron la escopeta y una yegua que tenía.- 
            El cura dijo que por qué mintió.-  Porque considero que con la avalancha de denuncias que estaban haciendo tenían lo suficiente para lo que les esperaba.-  Allí estaban muchos Hacendados citados también para reconocerlos, y estos no los iban a perdonar después de haberlos robado, quemado sus cosechas, maltratado y perseguido de muerte, como ocurrió con el orejón, por tanto ya tenían la ley encima de sus tropelías
          Sambo se excusó para retirarse, que tenía que madrugar.-  Todos se dirigieron una mirada de complicidad, e incluso un chiquillo como yo se dio cuenta del mal estar que se estaba viendo.-  Mi abuelo dijo que estaba también sintiendo que lo llamaran, porque él no podía ir a Zara andando dos horas.-  El jefe de Falanke le dijo que cuando lo citaran que le entregara a él la citación y se encargaba de todo, por ser un mayor, no podía andar.
         El cura, no obstante las persecuciones y asesinatos de la curia y quema de centros sagrados, dijo que por su parte estaban perdonados, que Dios y la justicia terrenal eran los indicados para castigarlos.-  Pues eso es lo que yo me he dicho, repitió en el diálogo Manokiche, que Dios y la justicia los castiguen.-  Mi yegüa y mi escopeta se perdieron, mi casa la dejaron como la de Marci y como la de tantos otros que robaron y amenazaron.-  Con un montón de hijos, mi mujer y mis tíos a mi cargo, y sin tener qué comer estando mi casa llena, con el fruto de todo un año de trabajo de todos los de la casa, de sudores, mirar al Cielo y ahorro de toda la familia.


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