CUARTEL DE LA GUARDIA
NACIONAL
Las Fuenkes, a pesar de
pertenecer al municipio principal, no pertenecían a los efectos de la Dirección
General de la Guardia Nacional.- La Guardia
Nacional de Zakra enviaba las citaciones
y había que presentarse a ese pueblo.- A
Zakra había que ir andando o en caballería, no existía carretera.- De todas formas, aunque hubiera existido, no
había en aquella época vehículos en el pueblo.-
A
Manokiche lo había llamado la guardia civil de Zakra para que reconociera a
varios detenidos de las Fuenkes, prisioneros de los frentes.- Aquella noche en la reunión le
preguntaron.- Manokiche dice que lo
pusieron en un verdadero aprieto la Guardia Nacional, después de preguntarle si
conocía a aquellos hombres, tuvo que decir que sí.- Y el comandante del Puesto le pregunta si
reconoce en alguno a los que saquearon su casa y se llevaron la escopeta y una
yegua que tenía.-
El
cura dijo que por qué mintió.- Porque
considero que con la avalancha de denuncias que estaban haciendo tenían lo
suficiente para lo que les esperaba.-
Allí estaban muchos Hacendados citados también para reconocerlos, y estos
no los iban a perdonar después de haberlos robado, quemado sus cosechas,
maltratado y perseguido de muerte, como ocurrió con el orejón, por tanto ya tenían
la ley encima de sus tropelías
Sambo se excusó para retirarse, que tenía que
madrugar.- Todos se dirigieron una
mirada de complicidad, e incluso un chiquillo como yo se dio cuenta del mal
estar que se estaba viendo.- Mi abuelo
dijo que estaba también sintiendo que lo llamaran, porque él no podía ir a Zara
andando dos horas.- El jefe de Falanke
le dijo que cuando lo citaran que le entregara a él la citación y se encargaba
de todo, por ser un mayor, no podía andar.
El cura, no obstante las persecuciones y
asesinatos de la curia y quema de centros sagrados, dijo que por su parte
estaban perdonados, que Dios y la justicia terrenal eran los indicados para
castigarlos.- Pues eso es lo que yo me
he dicho, repitió en el diálogo Manokiche, que Dios y la justicia los
castiguen.- Mi yegüa y mi escopeta se
perdieron, mi casa la dejaron como la de Marci y como la de tantos otros que robaron
y amenazaron.- Con un montón de hijos,
mi mujer y mis tíos a mi cargo, y sin tener qué comer estando mi casa llena,
con el fruto de todo un año de trabajo de todos los de la casa, de sudores,
mirar al Cielo y ahorro de toda la familia.
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