jueves, 29 de octubre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA

                                      LOS CABALLISTAS REGRESAN DE SU TRABAJO     

                    Habíamos estado comiendo, unos garbanzos tiernísimos, hacía un fresquito bajo la parra muy bueno, se estaba muy a gusto.-  De pronto oímos voces y trote de caballos.-  Desde nuestro aposento se vía el camino, que estaba a unos treinta metros y se pillaba debajo.-  Eran los caballistas que vimos salir por los huertos, desde la plaza, que se perdieron por las Chozas y bajaron hacia la Fresneda y ahora regresaban por la carretera.-  Habían dado la vuelta y revisado los campos, de ahí el humo negro que habíamos vista unas horas antes por toda la zona del  sureste.-
                    Ahora llegarían a decirle al Tuerto, misión cumplida, jefe, y otro día continuaremos.-  Buenos caballos los que trae esta gente, le digo al abuelo.-  Si, hijo, los mejores que había en los cortijos, se los han traído ellos, pero los montan como a los burros.-  Como paletos que nunca montaron un caballo, solo ahora porque se han dedicado a robar, ya que son los dueños del poder, aunque sea un poder de bandidos y transitorio.-
                    Abuelo, el trigo que nos han robado en la era, qué harán con él.-  Supongo que traérselo a la iglesia, donde han instalado el centro de sus fechorías.-  Pobre cura, que contaban ellos en la plaza que se tuvo que tirar al río.-  Si, pero no lo pudieron coger, fue más listo que ellos.-  Y no tuvieron agallas para tirarse al río tras él.-  Tendrías que hacer como mi abuelo Juan ha hecho con la recolección.-  Tienes razón, tendré que hacer un nido en el pajar, porque me temo que no se van a conformar solamente con el trigo que nos robaron en la era.-  Vendrán a llevárselo todo y dejar como la otra vez nada más que los clavos de las paredes.-
                       Saben que tenemos un buen granero, lo que pasa es que ahora están saqueando los cortijos y quemando cosechas, y tienen trabajo y el almacén lleno, pero echarán mano también a las casas del pueblo.-  Nos conocen a todos y saben quién labra y quién no, y nosotros estamos entre los trabajadores, no como ellos que son unos señoritos sin dinero y sin ganas de trabajar.- Haré un nido para que podamos comer, en caso de que vengan a saquear.- Cuántas fanegas tendremos en la otra casa, unas doscientas, que no hemos pagado las rentas al dueño que son la tercera parte.



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