sábado, 31 de octubre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA

LLEGAN NUEVOS BARBUDOS

                    Por la mañana pedí permiso al abuelo para irme con mis amigos.-  Me fui a casa de PIO y le pedí que dejara a MAR que saliéramos a la plaza, me dio una magdalena y me envió al patio donde estaban los chicos.-  Por el portón que daba a la plaza salimos y correteamos un poco.-  La plaza estaba llena de escopeteros, que la mitad no conocíamos, eran llegados de Dios sabe dónde.-
                    Mar dice que lleva días que no la dejan salir de casa.-  Su madre dice que sola no sale, cuando venga Marci os dais una vuelta por la plaza.- Es que mi madre dice que tu eres más mayor de tus años.-  Bueno, haber si tu madre cree que soy un vejestorio, Msr.-  Se echa a reír, siempre me haces reír, Marci.-  Mi padre dice que eres muy inteligente para tu edad.-  Vaya, nena, que tus padres me tienen en buen concepto.-  Pero que solo tenemos nueve años los dos, dos críos, sabes?.-
                   Lo sé, pero dice el maestro cuando viene a casa que eres el número uno en la clase, y doña Pila su mujer, que quisiera que los suyos se parecieran.-  Ya, y tú qué dices nena?.-  Yo?, pues yo?, que eres muy respetuoso y me defiendes de los demás.-  Mira esos Mar, tú los has visto por aquí alguna vez?.-  Pues no.- Y dónde los llevarán atados?.-  Tal vez al cementerio como a los otros.-  Pues mira, es cuestión de que nos enteremos, igual que otras veces.-
                  Allí están los Músicos, vamos, que ellos también están pensando igual.-  Tengo miedo, Marci, pues no te separes de mí.-  Descuida que no me separo, no me fío nada más que de ti.-  Gracias, favor que me haces.-  Es verdad, porque otros niños piensan de otra forma que tú, pero tú eres especial conmigo, me alegras los ratos y eres muy respetuoso.-  Mi madre dice……..- Vale nena, vamos detrás de los barbas.-   Parece que van a ser los escoltas de estos desgraciados con las manos atadas.-
                   La comitiva se puso en marcha por el callejón de Cerote arriba, nosotros y los Músicos detrás y a larga distancia, sabíamos ir sin ser vistos.-   Cuando tomaron rumbo a la carretera, nosotros esperamos detrás de la casa de Nanceo y  nada más trasponer por la curva ellos, subimos por la Cuesta del Pecacho.-  El pueblo para nosotros no tenía secretos.-


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