lunes, 26 de octubre de 2015

TYLLO EN MARTE

EL REGRESO A LA CIUDAD

                     Yo voy en el asiento trasero mirando el panorama que me encanta, y mi sobrino te acompaña en la delantera que es aficionado a la charla, le dice Mar-R al alcalde.-  No hay problema Mar-R, de vez en cuando echaré una miradita por el retrovisor, para irme acostumbrando a ver tu hermosa carita, que me tiene coladito.- Y qué significa coladito?, pregunta el niño, haciéndose el ignorante.-  Pues esa cuestión de que te lo explique tu tita.-  Sí, eh?, que te has creído que el chico se ha caído de un nido?.-  Bueno, pues entonces aclaro yo, vaya que me gustas.-  Pues es mejor que mires a la carretera porque si nos estrellamos, nada.-
                        Tita, mira más al espejo retrovisor que a la carretera.-  Sí, ya lo veo, pues conduce tú y déjalo que se aprenda mi físico.-  Porque si no se porta bien en la carretera vamos a ir todos a darnos un tremendo revolcón allá abajo en aquel río que tenemos a todo lo largo de la ruta.-  Chica, por echar una miradita a la mujer que me ha prometido ir despacio no es malo.-  Pues ya sabes, ir despacio significa sin precipitarse.-  No pienso precipitarme y te dejo hacer a tu propia voluntad, pero no me dijiste que sin mirarte.-  ¡Ah¡, se me había olvidado.-
                     Bueno os apetece tomar algo en este parador, para compartir el camino?.-  Sí, yo quiero un refresco, dice el niño.-  Bueno, se conformó Mar-R, pues son muchos kilómetros seguidos para hacer la ruta.-  Pero no seas mirón en el parador, que se pueden creer que es una conquista.-  En realidad tengo que conquistarte, si es que me dejas.-  Ya te dije que despacio.-  Bueno te miraré despacio, no te preocupes.- Eres muy chistoso.-  Solo hago caso omiso de tus deseos.-  Se miraban, charlaban y se reían mientras tomaban unos refrescos.-
                       El chico, que era un poco pillo, dice: parece que os vais entendiendo, verdad alcalde?.-  Y tú me pareces muy inteligente, contesta el gobernante.-  Es que cualquiera se da cuenta de que estás colado por mi tita.-  La tita se puso roja, el político también y el chiquillo, no tan chiquillo, re reía a mandíbula batiente.-  Cualquiera te engaña chico¡.-




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