miércoles, 28 de octubre de 2015

TYLLO EN MARTE

EL DESPERTAR DE LOS NOVIOS

                     Ya era hora dormilones, corearon a vos pópuli todos los componentes del Clan Familiar que estaban reunidos en el salón del hotel sobre las doce del día.-  Haber si es que no puede uno tomar parte del día para dormir un poco después de pasar una noche en vela, comenta Marciá aún bostezando.-  Mar-R aparece un poco pálida y ojerosa, pero con el semblante radiante de felicidad y con el estado de ánimo que en ella es característico.-   Me da la sensación de que estáis esperando a que hagamos acto de presencia, no para servirnos algo que sería lo justo, si no para hacer unas inhumanas críticas, comenta el alcalde sentándose.-  También me lo imagino yo así, cariño, suelta Mar-R muy ufana dando la razón a su marido.-  Caramba, salta Españolo, siempre he oído decir que cuando dos duermen en el mismo colchón  se vuelven de la misma condición, pero en este caso acabáis de estrenar el colchón.-
                    Entran en el salón los bellos durmientes, niños mimados por la diosa fortuna que nacieron con los pies hacían delante y una cruz en el cielo de la boca, al menos eso dice el refrán de los niños bien.-  Sonrientes y mimosos se presentas, besucones con los suyos, un poco flojitos de temperamento, pero con un gran apetito que demostraron cuando les sirvieron el suculento desayuno.-  El abuelo Markoni, se sienta al lado de Junior y comienza una conversación en tono bajines, para que sólo ellos lo oyeran.-  Flor de Loto iba a decir algo al respecto, pero miró a Mar-R que estaba junto a su retoño familiar, y sólo dijo, ¡que aproveche¡.-
                      El alcalde dice socarronamente: para esto acaba uno de casarse, para mirar a su alrededor y no encontrar a su costilla.-  La familia coreo la risa al ver que Mar-R aceptó el golpe y dejo a su niño solito.-  Se sentó al lado de su esposo y le soltó unos cuantos besos diciéndole:  aquí está tu costilla mimosa y disculpándose por ese gran abandono que he cometido dejando sólo a mi esposo por cinco minutos.-  Nuevas risas porque Mar-R supo reaccionar con postura y humor a las puyas de su esposo.-  En estos momentos de recién casado, cinco minutos es una eternidad cariño, y le devolvió los besos con algún rédito añadido.-




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