NENE-TYLLO Y EL ABUELO EN EL RESTAURANTE
Desde la mesa que compartían los dos
hombres se observaba el ir y venir de la riera.- El joven pregunta a su acompañante, abuelo, tú
conoces aquella barca que están atando en el amarradero?.- Sí, y a las personas que vienen dentro.- Y a ti que te parece que vienen buscando.- Creo que en muy pocos minutos te lo van a
decir, aunque el achaque de sorpre4sa es de que no sabíamos que estabais aquí.- Y cómo consideras que se han enterado si hay
en la riera varias docenas de restaurantes o tal vez varias centenas.- No lo adivinas?.- Tengo una idea que creo es la definitiva.- Me la puedes anticipar?.- Pero abuelo si tú también lo sabes como yo o
antes que yo.- Explícate.- En todo el
territorio del Desierto, abuelo, todo lo que pase, bueno o malo, todo lo que se
vea o suene, todo lo que se dice todo, inmediatamente que ocurra tiene que
saberlo la oficina de Marci que es el encargado y, por supuesto, Españolo.-
Eres muy inteligente,
pero toma nota de tus aventuras en esta ciudad, que también son todo y para
Españolo y la Familia algo más que todo.-
Sí, lo he estado pensando, y paso que de en la ciudad estará sonando en
los oídos de la familia.- Eso te recuerda que hay que afinar la inteligencia,
cuando se quiere o se necesita estar al mismo nivel o si cabe por encima de los
radares que ocupan el espacio bien distribuido de los dueños y señores del
conjunto en elk que nos movemos.-
Tenemos la sorpresa
encima.- Si los veo venir con caras de
sorpresa y los brazos abiertos.- Les he
dicho que tengan cuidado que me van a desgastar entre todos.- Pero hijo, qué sorpresa.- Eso le esta comentando al abuelo, la
casualidad.- Allí, ante los dos
excursionistas estaba toda la familia, cuatro hombres y cuatro mujeres llenándolo
de besos y de halagos y comentarios de lo bien que le sentaba el clima del
Desierto, que lo encontraban más moreno y sonrosado.-
Estábamos comentando el abuelo y yo que
se parecen aquellas chicas a las de la fiesta de anoche.- ¿Verdad, abuelo?.- Así es.-
y yo le preguntaba cómo es que andan por aquí por este restaurante hoy,
acaso es que viven por aquí?.- Oh, no,
cariño, habla Flor de Loto, viven en la ciudad y les gusta también realizar sus
excursiones por la riera y comer en los restaurantes del lugar.- Pura casualidad.- Sí, eso creoyo.
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