LA
CIUDAD ROJA
MANU Y KIOTO deciden
terminar sus correrías vacacionales en la ciudad capital del Estado, llamada
Ciudad Roja, y descansarían en el Hotel ESPAÑA de la ciudad, el hotel de TYLLO.- Pero llegar al hotel costaría su
tiempo.- Se decía por varios altavoces
que existían varias manifestaciones a la vez y las calles que estaban cortadas
al tráfico.- Para llegar al hotel ESPAÑA
que estaba en pleno centro no había alternativa, como no fuera en helicóptero,
no había otra opción.- Las fuerzas del
orden se veían desbordadas por los miles de indecentes que las abordaban y
asediaban constantemente con toda clase
de instrumentos, algunos que buscaban al paso como los bordillos.-
MANU se dijo que no
se saldría de la Ciudad del Desierto, a la vista de lo que estaba viendo en las
ciudades que iba visitando.- En la
Ciudad del Desierto también lo intentaban de vez en cuando los sindicos, pero
allí tropezaron con un llamado Españolo.-
La empresa de todos los servicios de aquella ciudad era el propio
Ayuntamiento, con amplios poderes del Estado, como ciudad Autónoma, y Españolo
su presidente, para hacer y deshacer e intervenir con fuerzas del Estado.-
Los funcionarios tenían casa gratis del
Ayuntamiento, eran despedidos por tres días sin asistir al trabajo sin baja
médica o causa muy justificada, y abandonarían la casa que disfrutan de la
empresa en la que trabajan, con una semana de plazo para salir de la casa y de
la ciudad.- La reglas eran tan estrictas
y los sueldos muy buenos, que nadie se la jugaba.- Es más cuando los abordaban esos piquetes
sindicalistas, les daban una corrida por el pueblo hasta que desaparecían.- Los obreros tenían trabajo seguro en el
EMPLEO COMUNITARIO
Por fin a las tantas de
la madrugada pudieron llegar KIOTO y MANU al hotel ESPAÑA, cansados de esperar
en un coche y con la cabeza, loca de oír a la chusma vocear mentiras, insultos,
injusticias, amenazas hasta a los familiares, persecuciones, desastres, en
comercios, escaparates, atropellos y pillerías.- Solo faltaban unos cuantos tiros y algunos
muertos para que la guerra fuera una realidad.- Ya ocurrió
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