lunes, 26 de octubre de 2015

TYLLO EN MARTE

                                                     LA CIUDAD ROJA

                      MANU Y KIOTO deciden terminar sus correrías vacacionales en la ciudad capital del Estado, llamada Ciudad Roja, y descansarían en el Hotel ESPAÑA de la ciudad, el hotel de TYLLO.-  Pero llegar al hotel costaría su tiempo.-  Se decía por varios altavoces que existían varias manifestaciones a la vez y las calles que estaban cortadas al tráfico.-  Para llegar al hotel ESPAÑA que estaba en pleno centro no había alternativa, como no fuera en helicóptero, no había otra opción.-  Las fuerzas del orden se veían desbordadas por los miles de indecentes que las abordaban y asediaban constantemente  con toda clase de instrumentos, algunos que buscaban al paso como los bordillos.-
                     MANU se dijo que no se saldría de la Ciudad del Desierto, a la vista de lo que estaba viendo en las ciudades que iba visitando.-  En la Ciudad del Desierto también lo intentaban de vez en cuando los sindicos, pero allí tropezaron con un llamado Españolo.-  La empresa de todos los servicios de aquella ciudad era el propio Ayuntamiento, con amplios poderes del Estado, como ciudad Autónoma, y Españolo su presidente, para hacer y deshacer e intervenir con fuerzas del Estado.-
                       Los funcionarios tenían casa gratis del Ayuntamiento, eran despedidos por tres días sin asistir al trabajo sin baja médica o causa muy justificada, y abandonarían la casa que disfrutan de la empresa en la que trabajan, con una semana de plazo para salir de la casa y de la ciudad.-  La reglas eran tan estrictas y los sueldos muy buenos, que nadie se la jugaba.-  Es más cuando los abordaban esos piquetes sindicalistas, les daban una corrida por el pueblo hasta que desaparecían.-  Los obreros tenían trabajo seguro en el EMPLEO COMUNITARIO
                        Por fin a las tantas de la madrugada pudieron llegar KIOTO y MANU al hotel ESPAÑA, cansados de esperar en un coche y con la cabeza, loca de oír a la chusma vocear mentiras, insultos, injusticias, amenazas hasta a los familiares, persecuciones, desastres, en comercios, escaparates, atropellos y pillerías.­-  Solo faltaban unos cuantos tiros y algunos muertos para que la guerra fuera una realidad.- Ya ocurrió



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