TYLLO
EN LA CIUDAD ROJA
Regresan Marciá y Mar-R
con su sobrino, porque el alcalde no puede faltar tanto tiempo de la
ciudad.- La familia Tyllo regresan al
hotel España de la ciudad, que es el único establecimiento que tiene abierto y
se queda el abuelo Marko cuando la familia Tyllo se van por varios días.- El restaurante lo ha cerrado provisionalmente hasta ver cómo
queda la situación, porque los rojizos y sus primos hermanos de la central
sindical están dispuestos a que la economía del país se hunda, con el propósito
muy desinteresado de que fracase el Gobierno Azul para volver otra vez al
poder.- Y eso que los ciudadanos le
negaron el voto.-
Cuando regresaban a la
ciudad Roja, pararon a descansar y tomar algo en el camino, en el parador de
costumbre.- Los mayores se sentaron en
una mesa y los dos jóvenes se fueron al mostrador para hablar libremente sin la
presencia de sus respectivos mayores.-
Tyllo conectó con Marr y Mario con alguna de las chicas del grupo,
porque los dos estaban entretenidos.-
Los mayores los observaban y comentaban entre sí que habían cambiado
mucho desde que iban para la ciudad del Desierto a la vuelta después de conocer
a las chicas.-
Todos hemos pasado por
los dieciocho años y con menos, y estábamos pensando en la chica de nuestros
sueños, que generalmente nunca fue la que nos convenía ni la que nos llevó al
matrimonio.- A medida de que los años
pasan y la vida y sus circunstancias te dan algunos golpes bajos, te vas
centrando en la realidad.- Y eso les
tiene que pasar a ellos también, cuando tras decepciones vayan cuajándose en
los avatares de la vida.- No les digáis
nada, dejarlos que sueñen en esta edad de sueños y fantasías, que el tiempo y
las circunstancias los despertarán, e irán buscando la realidad, que no son
sueños.
El alcalde, como mayor y
más curtido en las circunstancias de la vida, les echó su discurso.- Mar-R comenta que además de un esposo va a
tener un consejero.- Y ríen el
comentario hasta el punto que los jóvenes vuelven la vista hacia ellos a ver
que pasa.- No pueden sospechar que la
risa viene a costa de los actos de la juventud.-
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