FIN DE LAS VACACIONES DE KIOTO-MANU
Las vacaciones llegaron a
su fin y esperaban irse con Mar-R para la Ciudad del Desierto Verde, donde
pasarían sus últimos días en unión de toda la familia.- Por su parte el regidor estaba dando las
órdenes oportunas para irse el fin de semana con su reciente y al parecer
conquistada novia.- Como dice el refrán,
cada loco con su tema y yo con el mío.-
Mario silbando y dándole carrete a su tita todo el día tras de
ella.- Pero Mario, es que no tienes otra
cosa que hacer, te pongo a trabajar, que aquí todo el que come trabaja.- Pero tita, es que tengo que estudiar, no
quiero suspender.- Ya, lo de siempre, y
tú estudias tras de mí.-
Bueno, te dejo y me
voy a estudiar, pero que te conste que no me voy por la amenaza del trabajo,
porque tú sabes que yo soy un buen trabajador.-
Vaya si lo sé, cariño, como que te he criado desde que tenías
veinticuatro horas recién nacido que me entregaron tu custodia, por petición
mía.- Jo, tita, cuanto te debo, no
podré pagarte nunca lo que has hecho y lo que estás haciendo por este pobre
deseredado de toda fortuna, y con solo el cariño tuyo, que es el más grande del
mundo.-
MARIO, ven.- Sabes que te quiero como si fueras mi hijo, o
más, y no te sientas solo en el mundo mientras viva yo, porque para mi lo eres
todo.- ¿Aunque te cases y tengas
hijos?.- Es que tú ya eres mi hijo, y si
viene alguno, que no vendrá eres el mayor de mis hijos, el primogénito.- Sabes que te adopté, que llevas mis apellidos
como si fueras hijo de madre soltera y no por eso has perdido los apellidos de
tu madre que eran igual a los míos.- Tu
nombre es el de tu padre.-
Es muy pronto, hijo
mio, pero te prometo que la sabrás por mi boca algún día.- Lo que si te prometo es que no tienes nada de
que arrepentirte de ser hijo de Mario,
de no ser así tú no llevarías su nombre.-
Entonces por qué no llevo el apellido de mi padre si no tiene ninguna
desonra.- Es una triste historia que yo
te contaré, pero dame un abrazo, hijo, y se abrazaron largamente en presencia
de los empleados del Restaurante, que se les saltaron las lágrimas, por conocer
la historia.
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