lunes, 26 de octubre de 2015

TYLLO EN MARTE

                                   REUNIÓN DEL CLAN EN EL DESIERTO

                     El alcalde de la Ciudad Roja y toda la trupe del matrimonio Kioto-Manu y los acompañantes en su coche  Mar-R y Mario, habían salido juntos desde el Hotel ESPAÑA de la ciudad, y tuvieron que eludir una gran manifestación.-  Esta era contra la problemática Ley del Aborto que se está debatiendo en las Cortes.-  Los rojos no quieren que  se modifique su ley del divorcio, que significa abortar hasta las niñas de quince años y sin el consentimiento de sus padres.- Los sanitarios que no quieren que les impongan leyes de vigilancia en el trabajo, para asomar a la hora que les dé la gana  al trabajo.- 
                       Más tarde otra y otra y varias, como dijo el Marciano, señor alcalde, cada loco son su tema, pero poniendo palos al carro de la recuperación de la crisis para que el país no pueda salir de donde lo dejaron los chorizos y golfos rojizos que  lo hundieron, no solo económicamente, si no moral y políticamente.-una gran desgracia para el país que tardará al menos veinte años en recuperar lo que ha perdido en unos cuatro años hasta que empezó la crisis.-
                          Dejar ya de quejaros de los acontecimientos de la ciudad y en conjunto del país, porque esto no tiene arreglo  y si lo tiene no es quejándose, Dijo Mar-R, y se puso los cascos para escuchar música y olvidarse del mundo laboral, político, social, económico y hasta del mundo amoroso, casi se echó a dormir mientras que llegaban al parador donde siempre hacían la parada, la comida y el descanso.- 
                           Oye, Marciano, te importaría que te llame Mar, pues no puedes hacerlo, pero tenemos un problema, tu mamá se llama Mar-R, La mujer de Marci se llama Mar, a Marci mismo a veces le llamamos Mar.-  ¿No te parece que no nos entenderíamos entre nosotros con tanto Mar en la familia?.-  Tienes razón, amigo Marciano.- Y si te llamo Marci, te confunden con Marci el amigo de la ciudad del Desierto.-  Entonces o te tengo que llamar Marciano o alcalde o regidor o el marido de mi mamá.-  ¿Y si me llamas Marciá, que es como me llaman mis amigos?.-  ¡Bien¡.




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