LA FIESTA DE BIENVENIDA
La fiesta preparada para
el recibimiento de la familia TYLLO, se convirtió en la fiesta de la ciudad y ,
como no, en la inauguración de la temporada vacacional, aunque allí no faltaban
ciudadanos nacionales y extranjeros todo el año.- La ciudad del Desierto Rojo, como se la
llamaba en todo el país e incluso en los Estados extranjeros del planeta Marte,
era tan famosa que ciudadanos de todos los países acudían a veranear a la
ciudad del Desierto.- De esa forma se
iba extendiendo por la zona de las Rocosas, ya que el director y Gobernador de
la ciudad, Españolo, no permitía extenderla por las zonas de los regadíos.-
El ingeniero Marci,
encargado de supervisarlo todo, como ayudante de Españolo o vicegobernador de
la ciudad, nombrados por el Gobierno del Estado Rojo y con amplios poderes para
gobernar y ampliar la zona verde a través del desierto, con un fondo de
subvenciones a su disposición, supervisado por el mismo Estado.- Los verdaderos encargados y administradores
de la ciudad estaban llevando adelante una labor encomiable, supervisada y
subvencionada por el Estado.- Daban
cuentas de la honradez, de la confianza y del buen hacer de la misión
encomendada.- La ciudad crecía
incesantemente, igual que la zona verde del Desierto, por lo que ya se le
conocía por el Desierto Verde.-
El famoso Desierto Verde
había traspasado las fronteras del Estado Rojo y, por qué no decirlo, las
alabanzas de la prosperidad del país, que exportaba ya millones de toneladas de
productos de la zona verde del Desierto, después de cubrir ampliamente las
necesidades de toda la población del país en frutas y hortalizas y toda la
producción.- Hasta el acoplamiento del cauce
del río que sale de las entrañas de las Rocosas, para realizar maratones,
estaba dando rendimiento.-
Españolo tuvo el tacto
o intuición de construir grandes piscinas, hasta las de componentes de
competición.- Sobraba agua, sobraba
terreno e inteligencia por un Gobernador que había creado aquel emporio, único
en su serie y en los demás Estados, sin precedentes.- De las fábricas de electricidad
se abastecía a medio Estado.-
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